División total entre los pensionistas. Numerosas plataformas se desvinculan de la concentración convocada el 18 de marzo frente al Parlamento vasco.

La movilización de los pensionistas vascos, que surgió espontáneamente hace dos años en multitud de localidades para protestar por la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones y reivindicar unas prestaciones públicas dignas, pasa por un momento difícil. Tras lograr un seguimiento social sin precedentes e ir reforzándose y conformar en Bizkaia la gran plataforma Movimiento de Pensionistas de Bizkaia (MPB), ahora el movimiento se debilita por las divisiones internas que se están produciendo. En las asociaciones de Gipuzkoa y de Álava se están registrando también tensiones y divergencias entre las plataformas de pensionistas.
    Artículo publicado por El Correo el 29/02/2020
    por Carmen Larrakoetxea.

Varias organizaciones se han distanciado públicamente de los mensajes de los actuales portavoces del MPB que cada lunes toman la palabra frente al Ayuntamiento de Bilbao; e incluso han dejado de acudir a foros conjuntos. Denuncian que EH Bildu y los sindicatos ELA y LAB han desembarcado en el movimiento y lo están instrumentalizando. Se ha impuesto, subrayan, un «pensamiento único» que «controla» las actividades, «condiciona» la libertad de expresión, «rompe» la unidad, «anula» la pluralidad y «suprime» el consenso. La desvinculación de cualquier sigla política y sindical había sido una de las características y de los puntos fuertes del movimiento de pensionistas.


El punto de no retorno, de visibilización de la profunda división, llegó con la huelga general del 30 de enero, convocada por la denominada Carta por los Derechos Sociales liderada por ELA, LAB y EH Bildu. El paro no triunfó en las empresas y tuvo una presencia moderada en las manifestaciones de las capitales vascas, pero ni de lejos alcanzó la repercusión lograda por el movimiento de pensionistas en solitario.

Ahora, las nuevas movilizaciones han dejado de ser unitarias. Parte relevante del movimiento no acudirá a la última iniciativa del MPB para concentrarse el 18 de marzo frente al Parlamento vasco. Cuestionan la convocatoria en sí misma. «No tiene sentido, además en plena campaña electoral autonómica, ante una institución que por ese motivo está sin actividad y que, además, carece de competencias sobre pensiones», explican desde la plataforma Ados Consenso.

Las tensiones y divergencias empezaron a traslucirse en enero del año pasado, cuando uno de los protagonistas de las primeras movilizaciones, Josele Pereda, anunció que se retiraba porque no quería hacer la campaña electoral entonces a partidos como EH Bildu y Podemos.

El goteo posterior de otros pioneros del movimiento ha sido constante y en los últimos meses se han distanciado varias organizaciones como las asociaciones de Barakaldo, Santurtzi, Ermua, la plataforma Ados Consenso o la gran asociación Nagusia, que agrupa a los centros de jubilados de Bizkaia de 127 localidades. Aunque no abandonan el MPB, porque reivindican su papel de fundadores y porque su objetivo es «la defensa del sistema público de pensiones y unas prestaciones dignas; y eso no ha variado», aseguran.

Lo que sí han cambiado son las relaciones internas, el distanciamiento de lo que llaman el grupo de ‘La Bolsa’, los que ahora llevan la voz cantante en las reuniones del MPB que todos los miércoles se celebran en el Centro Cívico de La Bolsa de Bilbao. Los críticos lamentan que en lo que en su día fue una cita plural, en la que confluían todas las organizaciones, ahora «hay otros intereses, más allá de las pensiones, y no se admiten opiniones diferentes». Lamentan que los que no están en la línea de lo que propugna el movimiento «somos abucheados, no se nos deja hablar y para eso no vamos».

Cada lunes, en la escalinata del Ayuntamiento siguen tomando la palabra en nombre del MPB portavoces como Jon Fano o Andrea Uña, que cuando estuvieron en activo tuvieron vinculación con la izquierda abertzale u organizaciones ahora afines. Y entre los asistentes, uno de los más asiduos y que se dejan ver es el exdirigente de HB Tasio Erkizia.

Desde los actuales líderes del MPB también se hace un llamamiento a la unidad, para que las organizaciones que están a disgusto retornen al movimiento y evitar así su debilitamiento. Pero los portavoces de las asociaciones críticas indican que «nosotros buscamos la pluralidad, el consenso y centrarnos solo en el mantenimiento del sistema público de pensiones y en unas prestaciones dignas».

Pese a las divergencias, las asociaciones y plataformas en la comarca de la Margen Izquierda están logrando una especie de cuadratura del círculo: mantener iniciativas y convocatorias comunes. Las organizaciones de Barakaldo, Santurtzi y Sestao se han desvinculado de las reuniones del MPB, mientras que Portugalete, Trapagarán y Ortuella siguen vinculadas. Pero en la comarca, todas mantienen la unidad de acción en el ‘Último lunes de mes’, una manifestación itinerante que coincide con ese día.