Por fin una buena noticia: las vacunas empiezan a hacer efecto en las residencias de mayores

Los efectos de la campaña de vacunación –que comenzó en las residencias de mayores el pasado 27 de diciembre– se empiezan a notar en las cifras de letalidad por coronavirus.

Así, si bien en el conjunto de la sociedad la curva de decesos baja de forma muy lenta, en el caso de los centros sociosanitarios, ésta ha caído en picado, sobre todo, desde que la mayoría de sus usuarios han recibido la segunda dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna.

Y es que, a medida que pasan las semanas, y quedan menos residentes sin inmunizar, se comienzan a ver los efectos beneficiosos de estos antivirus, tanto respecto a los casos como a las hospitalizaciones y las muertes. Algo, que puede dar una idea, a nivel micro, de lo que está por venir cuando se logre vacunar, en su conjunto, al colectivo de los mayores. 

Se confirma así lo que varios estudios preliminares realizados en Israel anticipaban: las dosis de Pfizer y Moderna previenen en casi un 100% de la muerte e impiden gran parte de las infecciones.