La Comisión Europea acaba de proponer una Declaración sobre derechos y principios digitales para que la adopten el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros. La Declaración no implica un marco legislativo obligatorio, pero indica a las autoridades y actores sociales la via a seguir para una digitalización respetuosa con las personas.
Un párrafo en particular apunta a las quejas masivas de las personas mayores sobre la manera en que la digitalización está cambiando las relaciones con la banca y las administraciones (públicas y privadas):
… Nos comprometemos a:
– asegurar que las soluciones tecnológicas respeten los derechos de las personas, permitan su ejercicio y promuevan la inclusión;
– llevar a cabo una transformación digital que no deje a nadie atrás y que debería incluir, en particular, a las personas mayores, a las personas con discapacidad o a las personas marginalizadas, vulnerables o privadas de derechos, así como a quienes actúen en su nombre.
Siendo una declaración de principios solo cabe esperar que la presión social haga que sea respetada.