Mantengamos la prudencia y la responsabilidad.
Por nosotros/as. Por todos/as.
No nos relajemos.

Desde hoy la mascarilla deja de ser obligatoria en interiores. Solo se mantiene su exigencia en un puñado de excepciones: espacios sanitarios, residencias de mayores y medios de transporte. 

En los eventos y lugares multitudinarios, también se recomienda ponérsela. 
Una de las enseñanzas de esta pandemia es que las personas mayores tienen más posibilidades de sufrir enfermedad grave en caso de infectarse. Ha sido así desde el comienzo de la crisis sanitaria y los últimos datos no hacen más que incidir en esta evidencia. Y se nos pide que sigamos utilizando mascarilla cuando nos encontremos en un espacio interior con más gente.

Y recordad que los encuentros sociales se han revelado como un importante foco de transmisión durante esta pandemia, en especial si tienen lugar en espacios cerrados.