Estos son los 10 puntos del manifiesto:
1. Seguimos siendo útiles
Envejecer es un proceso natural que puede comportar determinadas limitaciones, pero eso no nos convierte en inútiles. Nuestros puntos de vista siguen siendo igualmente válidos y nuestra experiencia es un valioso activo para el aprendizaje colectivo.
2. Somos dueños de nuestra vida
Como personas adultas, queremos tomar decisiones sobre todo aquello que concierne a nuestro día a día: lo que comemos, el lugar en el que vivimos, las personas con quienes nos relacionamos. Tenemos derecho a elegir nuestra dieta y a disponer de nuestro tiempo libre como cualquier otra persona adulta.
3. Necesitamos nuestro propio espacio
El espacio en el que vivimos afecta a nuestro ánimo y, como cualquier persona, necesitamos nuestra pequeña parcela de intimidad. No somos objetos a los que haya que arrinconar. Ya sea disponiendo de un espacio adecuado en casa, o de una zona privada en una residencia, el espacio vital es una primera necesidad también para nosotros.
4. Tenemos derecho a la integración tecnológica
No tuvimos la ocasión de aprender tecnología en la escuela y por eso no siempre podemos seguir los cambios veloces que rigen el mundo. Tenemos derecho a la no exclusión en el trato con bancos, administraciones y empresas, por ejemplo, a través de procesos guiados con ayuda del personal.
5. Queremos disfrutar de la cultura
Museos, cine, teatro, ópera… las personas mayores también tenemos derecho a acceder a la cultura. Es importante seguir concienciando a las instituciones y administraciones para que se respeten las condiciones de accesibilidad, sin generar exclusiones totalmente evitables.
6. Exigimos respeto
Durante muchos años hemos cuidado de nuestros hijos y también de nuestros nietos. Lo hemos hecho gustosamente y con dedicación. Merecemos un respeto que debe inculcarse desde las escuelas e impulsarse desde las administraciones y medios de comunicación. Es un error infantilizar a las personas mayores por el mero hecho de serlo.
7. Queremos relacionarnos con los jóvenes
La infancia y los jóvenes han aprendido históricamente de las generaciones mayores, que han aportado su experiencia y sus vivencias. Hay que estimular esa conexión intergeneracional si queremos seguir construyendo una sociedad con sentido crítico y de progreso.
8. Necesitamos el contacto con la naturaleza
El ser humano necesita una conexión con el entorno natural, que nos recuerda cuál es nuestra esencia y nos reconecta con la naturaleza. Las personas mayores también requerimos ese contacto, ya sea en plena naturaleza o en momentos puntuales: un paseo por el bosque, una visita al mar, unos minutos de calma en un parque con árboles etc.
9. No queremos alejarnos de los animales
Los animales y mascotas nos hacen compañía en los ratos de soledad, nos reconfortan en los momentos de tristeza y nos ayudan a sentirnos útiles. Una sociedad que separa a sus personas mayores de los animales estará restándoles calidad de vida.
10. Queremos ser escuchados
No necesitamos ser protagonistas, pero sí que nos dediquen la atención necesaria, ya sea en casa o en una residencia. Cada persona es diferente, y los ancianos también podemos serlo entre nosotros. Requerimos ser escuchados para expresas nuestros anhelos, nuestras inquietudes y nuestras necesidades más básicas.